miércoles, 22 de julio de 2009

el ultimo dia antes del principio de mi nueva vida

Según pasaban los días, yo estaba más nerviosa, porque cuando consigues tu magia, no solo cambias por fuera si no también por dentro. A Sol, se le llenó todo el cuerpo de lunares en forma de gotas de agua, en serio, todo el cuerpo. A Cristal, se le quitó la miopía, ambas cosas fueron porque eran brujas. Yo tenia miedo de cambiar demasiado, porque había personas que afirmaban que te pasaban esas cosas según el poder que tenias. Pero por otro lado estaba entusiasmada, cuando solamente quedaba un día, yo seguía soñando en mi cuarto mirando el techo, de pronto mi madre entró con una caja muy grande en las manos.
- hola mamá, ¿que pasa? -pregunté.

- nada, solo quería traerte una cosa -dijo sentándose a mi lado
- ¿que es?
- es el traje del principio de posesión, lo han llevado todas las mujeres de mi familia desde mi bisabuela. Quería saber si te quedaba bien. - abrió la caja y cogió el vestido, era precioso, de un color blanco rosado con unas flores que iban desde el hombro derecho hasta la cintura izquierda, en donde se encontraba con un lazo rosa y se dividía en dos
- es... precioso
- pontelo, quiero ver como te queda.
Fui corriendo a mi vestido a ponérmelo, cuando salí mi madre sujetaba con cuidado una corona de estilo de tiara. A su lado había una sirvienta con un juego de costura.
Mi madre me puso la corona con cuidado mientras la sirvienta miraba si el vestido necesitaba algún retoque.
Justo en ese momento entraron Sol y Cristal.
- ¡dios mio! - exclamó Sol.
- ¿quien eres tu y que has echo con María? -pregunto en tono cómico Sol.
- hola, os gusta -dije volviéndome a ellas y dando una vuelta.
- estas genial, en serio, preciosa. -dijo Sol.
- ¿es para la fiesta, la de mañana? -preguntó Cristal.
-si- respondí yo orgullosa.
-bueno -intervino mi madre- yo ya me voy, os dejo solas -continuó dandome un beso en la mejilla- adiós chicas.
- adiós mi reina - dijeron mis amigas a coro, aunque a mi no me trataran como una princesa, a mi madre la tenían un gran respeto.
- esperar un momento, me quito el vestido y nos vamos.
- ¿a donde? -me preguntó desconcertada Sol.
- el vestido es precioso, pero necesito unos zapatos, nos acercaremos al mercado a ver si el zapatero esta abierto -les dije guiñandoles un ojo.
En el pueblo, me compre unos zapatos rosas de tacon de cuña, mi madre no le gustaba que llevase tacones pero... una ocasión era una ocasión, también me dejó, Rakfal tenia una manera casera de hacer maquillaje, pero me dijeron que era mejor no saber como.
Esa noche, me fui a dormir muy temprano y aunque era extraño, sentia como si algo malo fuese a pasar, y aquella noche volví a soñar con esa chica.

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